El Bioarte reformula las concepciones del cuerpo de tal manera que se da un paso
más y lo que anteriormente era cuerpo, ahora es materia orgánica. La vida pasa a
ser principio activo de resignificación. Al transformarse la vida en principio activo de
resignificación, se establece la vida también como un material, y a diferencia del
Body Art, no trabajo sólo sobre mi cuerpo sino que trabajo tanto sobre mi vida,
como sobre y con la vida de otras materias orgánicas. De esta manera el Bioarte nos
plantea un nuevo debate sobre el concepto de vida. Por lo que cabe destacar que
un arte que trata sobre y con la vida como material principal, difícilmente podrá
verse desligado de la ética.
el conejo Alba fue el primer ser vivo que nació como obra de arte: un conejo transgénico de color verde fluorescente al que se le había inoculado el ADN de una medusa para volverlo bioluminiscente. El artista Eduardo Kac es el padre de Alba y del 'bioart', una nueva forma de creación que él compara al cubismo o al videoarte. "La búsqueda eterna del arte es crear vida, desde los mitos de Pigmalión al Golem, hay muchos ejemplos... Ahora está hecho. El arte transgénico es un nuevo idioma plástico", reivindica Kac en la galería Tatiana Kourochkina, que hoy inaugura una retrospectiva suya. "En el 2000 había mucho miedo, era un momento de incertidumbre y apocalipsis y costó entender a Alba. Me interesaba mucho el hecho de su existencia, pura y simplemente: un ser vivo y una obra de arte a la vez". la gente enterada de los trabajos genéticos de los conejos en el laboratorio de Francia, se encontraba desconcertada porque se jugaba con la vida de un ser vivo, reaccionaron de manera neutra otras, como en el nacimiento de la oveja dolley.